martes, 20 de diciembre de 2011
LOS ABUELOS EN CASA
martes, 22 de noviembre de 2011
¿LE DEJO IR ESTE VERANO AL EXTRANJERO?
lunes, 7 de noviembre de 2011
ACTIVIDADES PADRES NOVIEMBRE
- 17 al 20 de noviembre
- 24 al 27 de noviembre
martes, 25 de octubre de 2011
LOS ENCARGOS EN CASA
Los encargos son pequeñas parcelas de responsabilidad cotidiana que el niño realiza colaborando con los demás miembros de la familia en el buen funcionamiento de su casa. Por eso es importante considerar los siguientes aspectos:
1. Para que un encargo estimule la responsabilidad, el niño ha de ser consciente de que ha de responder ante alguien (sus padres y hermanos) del trabajo realizado o de la ayuda prestada. Uno de los padres debe controlar periódicamente el cumplimiento de los encargos.
2. Debe explicarse al hijo en qué consiste su encargo, para que pueda cumplirlo bien desde el primer momento. Conviene considerar, al distribuir los encargos, en cuál puede ser más educativo para el niño según su carácter, hábitos y período sensitivo en el que se encuentra. La experiencia aconseja que, en estas edades, los encargos varíen con frecuencia.
3. Como en cualquier aspecto de la educación, el ejemplo de los padres tiene una influencia fundamental. Junto al ejemplo, la función principal de los padres respecto de los encargos es ejercer adecuadamente la autoridad: dirigir la participación de los hijos en la vida familiar orientando su iniciativa.
4. Con los encargos familiares los hijos aprenden, desde pequeños, a colaborar en la buena marcha del hogar. Tener un encargo concreto a los 3 ó 4 años hace posible que a los 15 ó 16 vean lógico y natural preocuparse del conjunto del hogar y de mantener un clima familiar acogedor.
5. Es importante pedirles ayuda en pequeñas tareas que puedan hacer bien, para que disfruten con la satisfacción de un trabajo bien hecho por ellos mismos. De este modo, el niño aprenderá con placer y cultivará el afán y voluntad de actuar por sí mismo.
6. Pronto podrán pasar de la ayuda a la colaboración, entendiendo que los trabajos del hogar son de todos, según las posibilidades de cada uno. Importa mucho procurar que cada hijo tenga los encargos que puede cumplir bien.
7. La experiencia aconseja que haya en la familia dos tipos de encargos: unos más duraderos (por ejemplo, un trimestre) y otros rotativos (cada día o cada semana, un hijo). Además, cada hijo ha de ir responsa-bilizándose de sus asuntos personales (hacer su cama, ordenar su mesa de trabajo, limpiar sus zapatos, etc.)
lunes, 3 de octubre de 2011
VALIENTES Y DECIDIDOS
Saber identificar los propios miedos. Si nos cuesta hablar en público o mirar a los ojos de la gente, mejor es conocerlo que frustrarnos cuando nos sacan de clase. Ser valiente es conocerse, con las virtudes y con los defectos; además, solo así se les puede poner atajo.
Enfrentarse a los propios temores. Esa coliflor gratinada que nos hace devolver de solo olerla y que nos sirven en casa nuestro mejor amigo, puede convertirse en una autentica batalla de Lepanto. Si la ganamos, habremos crecido como personas al comprobar que ese miedo era irracional.
Entrenados en soportar las tradiciones. La valentía supone fortaleza; pretender alcanzar el valor sin que cueste, es pretender tocar la guitarra eléctrica sin practicar horas y horas. Los caprichos por sistema debilitan nuestra capacidad de esfuerzo; los retos, fortalecen la voluntad.
Seguridad en sí mismo. Cuando los anclajes son seguros es muy difícil tenerle miedo a nada. Ni ese profesor que nos ha cogido manía, ni a esa final del campeonato del instituto. Ayuda mucho saber dar a cada cosa la importancia que se merece.
Los chicos: ¡valientes! En determinados ambientes intelectuales y culturales, subsiste una idea, nacida en los ambientes feministas, que hay que intentar feminizar al niño, en el sentido de hacerle perder lo malo que tiene el ser varón (agresividad, paternalismo, etc). Son teorías que no tienen en cuenta la naturaleza de la persona y las diferencias entre los chicos y las chicas.
Prudencia (que no morosidad) la prudencia es la virtud que nos ayuda a decidid la mejor opción entre varias posibles. Es una virtud que lleva a la acción. Ante un perro rabioso que se interpone en nuestro camino, surgen las opciones: "Me subo al contenedor", "uso la mochila como arma", "salgo corriendo"… Una persona prudente, no es la que se queda parada esperando a que la situación se arregle por si sola.
Principios claros. Se tienen miedo pero se actúa como se deba actuar y así, se defiende a aquel amigo al que le están pegando, aunque suponga llevarse un ojo morado a casa.